Durante varias semanas os hemos
ofrecido una serie de artículos sobre la creatividad vista desde distintos
puntos. Ahora os ofrecemos nuestra experiencia con la creatividad.
La Creatividad según
Obsequia
La creatividad es la base de la
forma de trabajo de Obsequia Regalos Inusuales. Cuando se pretende que cada
regalo o detalle sea único y diferente hay que dedicar mucho tiempo a la
concepción de cada idea. A veces, emprendemos un largo camino y cuando estamos
a punto de finalizar, lo abandonamos
porque el resultado no nos convence. Otras veces, la idea llega pronto. Este
proceso… ¿Depende de nuestro estado de ánimo? ¿De haber dormido bien? ¿De cómo
decía Pablo Picasso “Cuando llegue la inspiración, que me pille trabajando”?.
Pues la respuesta no es fácil.
Haciendo un ejercicio de memoria,
recordamos nuestra infancia dibujando o intentando hacer alguna manualidad,
pero con resultados… lo cual nos plantea la duda de si se puede ser creativo, cuando
no sabes plasmar en la realidad las ideas que ves de forma tan clara en tu
cabeza. Está claro que eso desalienta y hace que te dediques a otra cosa, pero
ahora podemos afirmar que simplemente se trata de encontrar el “hábitat” o la
herramienta adecuada.
Antes, mucho antes de Obsequia,
distintas coincidencias nos llevaron a trabajar en un medio de comunicación.
Nuestra formación no tenía nada que ver con los medios, pero nos encontramos en
un “hábitat” que permitió que nuestra creatividad aflorara. Fue algo tan
sencillo como que alguien nos preguntara, ¿se te ocurre algo? y que la idea fuera al menos escuchada. Eso
motiva, y poco a poco se va a más, y acaban dándote más libertad y fiándose de
tu criterio. Eso no significa que todo lo que hagas sea bueno o que no tengas
que pararte a escuchar y tener en cuenta otras opiniones.
Antes hablábamos de dibujar. A
todo el mundo no se le da bien dibujar o escribir, pero eso no significa que no
se sea una persona creativa… porque muchas veces la cuestión es tan sencilla
como no haber podido dar con la herramienta adecuada. Quizá sea una cámara de
fotos, o un ordenador, o unas agujas de punto. Hay que experimentar, probar
cosas nuevas. Nunca sabrás si eres hábil en
algo si no lo intentas, siempre teniendo en cuenta que la práctica y la
formación hacen al maestro.
Volviendo al principio de este artículo, las ideas se trabajan, se les da la vuelta, se dejan, se vuelve a ellas…Muchas veces nos asaltan por la calle porque algo de forma consciente o inconsciente nos ha inspirado, o cuando estamos a punto de dormirnos se nos ilumina la bombilla y saltamos de la cama para plasmar la idea. Lo importante es no dejarlas marchitar. Guardadlas, anotadlas… pero no dejéis que se pierdan porque a lo mejor, cuando encontréis el modo de hacerlas realidad, serán esas ideas las que cambiarán el mundo.