Tras las vacaciones de Semana Santa, seguimos con nuestra serie de artículos dedicados a la Creatividad. Hoy contamos con Blanca Romá Escribano. Una madre creativa que ha transmitido a sus hijos la pasión por hacer cosas utilizando los materiales mas variados
Ella misma se presenta de la siguiente manera "Yo sólo soy Unamás. Una mamá más que disfruta haciendo
cosas con sus príncipes, que entra a las papelerías, mercerías y bazares
con lista de la compra para no sucumbir al pecado de llevárselo todo y
tiene fama entre familiares y amigos de tener un ojo Diógenes para los
materiales de sus creaciones ;-p " Aquí tenéis su artículo:
Creatividad en casa
Me llamo Blanca y resulta que soy
creativa. O al menos eso me dicen los amigos. Lo cierto es que creo que todos
tenemos una vena creativa latente que por determinadas circunstancias, unos
desarrollamos más que otros.
De pequeña me gustaban las
construcciones, pero no ésas de ahora que llevan las piezas justas y
expresamente diseñadas para construir lo que muestra la caja y dejan poca
opción a la imaginación. A mí me gustaban los bloques básicos de madera de
colores. Aquellos cilindros, cubos y pirámides con los que podías construir el
patio de tu colegio, el castillo del cuento de la princesa o el campo de fútbol
del partido que estaba viendo papá en la tele.
Siempre me ha gustado colorear
(lo sigo haciendo a menudo porque es mi mejor terapia anti estrés) y recuerdo que ya de niña le cambiaba la
utilidad lógica a una pinza o una cordonera desparejada para otorgarles una función
totalmente diferente a aquella para la
que fueron creadas. Imagino que ahí empezó todo.
Pasan los años y con la
maternidad tienes la excusa perfecta para explotar esa vena creativa y
comprobar si es genética. ¡Qué mejor manera de pasar un rato divertido que experimentando
con materiales y técnicas marraneando en casa!
Cuando mis hijos eran bebés,
sentía debilidad por las mantas y mesas multi-actividades y los cuentos con
texturas para el desarrollo sensorial. En cuanto lo consideré oportuno les dejé
experimentar con pintura de dedos y plastilina –puaajjjj–, y cuando tuvieron una mínima destreza con su motricidad
fina, inauguramos nuestro “cajón de manualidades”, cuyo contenido ha ido
cambiando con el tiempo, amoldándose a sus facultades. Al final del artículo os
dejo algunas sugerencias de materiales que considero debería haber en cualquier
casa con niños.
¿Y qué creamos? La respuesta es:
¡Lo que quieras! Un día puede ser un proyecto específico que hemos pensado
previamente y para el que incluso habremos ido recopilando el material
necesario, pero la mayoría de las veces será un sacamos los trastos y a ver que sale. Y sobre todo, adaptándose a
la manera de ser de cada uno, sólo así disfrutarán creando. En casa
Príncipepequeño (6 años) pasaría horas y horas plegando, recortando,
coloreando, ensartando… es feliz con cualquier técnica o material y para él,
todas las horas son pocas para hacer manualidades. En cambio Príncipemayor (9
años) es más impaciente. Le gusta crear cosas con sus manos pero es poco
imaginativo y prefiere que le dirijan el proyecto, es muy exigente consigo
mismo y necesita ver los resultados pronto. No pasa nada. Hay todo un mundo de
creatividad ahí fuera esperándoles. En cualquier caso, obtendrán una satisfacción
personal increíble, además de una bonita deco
para sus dormitorios, y fabricarán preciosos complementos para #mamamolona
#melopongotodo y su estudio reconvertido en sala de exposiciones.
Estoy convencida de que el
proceso de creación artesano, ya sea un sencillo avión de papel o la
supermaqueta de un aeropuerto completo, aporta a los niños un conjunto de
valores que todo padre aspira a transmitir: el valor del esfuerzo, la
constancia, la paciencia, al mismo tiempo que disfrutar del proceso creativo,
idear y dejar que el proyecto vaya tomando forma incluso desviándote de la idea
original según vas desarrollando, descubrir de lo que eres capaz, no caer en la
frustración, el placer de experimentar… y sobre todo, el orgullo de tener en
tus manos algo creado con tus manos, con tu esfuerzo. Ése será su mejor trofeo.
Y su sonrisa orgullosa al mostrártelo, tu mejor recompensa.
Os dejo unos tips que espero os
sean útiles, para triunfar con un regalo de cumpleaños o sorprender con un juego
en casa:
- Kit básico de manualidades que
incluya: papel de seda, charol, cartulinas de colores, gomets, limpiapipas,
ojos adhesivos, pompones de fieltro, rotuladores, tijeras de corte dentado,
trozos de lazo o retales de tela, pinturas, pinceles, arcilla (¡ahora fabrican
una que no mancha!)… entra en la papelería y pide “¡uno de cada!”. Mételo todo
en una carpeta o caja chula del bazar (o anímate a forrar una caja de zapatos
con papel de regalo) y tienes el éxito asegurado.
- Construcciones. Adaptadas a la
edad del cumpleañero. Desde los Lego Duplo para educación infantil, pasando por
las de fécula de patata de colores (les encantan), hasta el mecano de chorrocientasmil piezas para los futuros
ingenieros. Pero a ser posible, que permitan jugar con la imaginación y no
limiten la creación a la foto de la caja.
- Juegos clásicos y de
interacción: figuras que representen personajes comunes que permitan al niño
recrear e imaginar escenas reales o ficticias, animales, unas simples tarjetas
de cartulina que ilustren profesiones, colores, objetos, acciones, números y
cualquier cosa que se te ocurra. Sed creativos hasta con las reglas del juego:
representar con mímica lo que representa la tarjeta, intentar hacer frases
escogiendo una tarjeta de cada mazo, jugar al ahorcado con la palabra que te ha
tocado… ¡la imaginación al poder!
- Cajón de teatro:Contenedor con pelucas, sombreros, baberos de bebé, antiguas herramientas de
plástico, telas y cualquier cosa susceptible de ser utilizado como atrezzo... la máxima es: antes de
tirarlo a la basura, pensar si merece una segunda oportunidad. Risas
garantizadas.
La creatividad
está ahí fuera. Es cuestión de encontrar la manera de disfrutarla.
En este enlace
encontrareis proyectos e ideas de todo tipo que hemos llevado a cabo en casa:
manualidades infantiles aquí
y creaciones de mamá aquí
Muchas gracias
al equipo de Obsequia por contar conmigo para ocupar su rincón durante un
ratito. Ha sido un lujo.
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