lunes, 7 de abril de 2014

Estudio de la Creatividad: PSICOLOGÍA DE LA CREATIVIDAD

Seguimos con la serie de artículos en los que profesionales de diversas áreas hablan sobre la Creatividad, 

Hoy contamos con Sira Sánchez Molera, Psicóloga del equipo de Webpsicólogos  y colegiada MU - 01749. No dejéis de visitar http://www.webpsicologos.com/blog/ porque contiene información muy interesante y que seguro que os va a ser muy útil.



¿QUÉ ES LA CREATIVIDAD?




Desde el punto de vista psicológico, la creatividad puede ser vista como un proceso, como un producto de un proceso o como un rasgo de la personalidad.

Yo personalmente me inclino a verla como un proceso cognitivo que depende de cuatro factores fundamentales y de una tendencia de pensamiento llamada “divergente”.

El pensamiento divergente es aquel que no se conforma con lo formalmente establecido, y que “ve opciones” donde los demás “ven imposibles”.



¿Cómo es el pensamiento divergente?


Pues es el caracterizado por los siguientes 4 factores que os paso a describir:


Originalidad: es la habilidad para emitir respuestas poco frecuentes respecto a una cuestión o problema.

Vamos a verlo mediante un ejemplo:

Estás en tu casa y se estropea la lavadora. ¿Qué haces?

1) Llamo al técnico para que me la arregle
2) Desmonto la lavadora e investigo qué le puede pasar
3) Me pongo rápidamente a hacer la colada en la bañera


Si has elegido una de las 3 respuestas indica que tienes un pensamiento práctico. Si no te has conformado con las opciones que te he ofrecido y has emitido una respuesta alternativa, es un claro indicador de que posees una mente original.


La persona creativa se sale de las normas establecidas y aleja los límites de los estándares marcados.



Vamos a seguir revisando las características restantes del pensamiento divergente.



Flexibilidad: está relacionada con la capacidad anterior, pues no se puede ser original si no tienes la habilidad de ser flexible. El pensamiento divergente es capaz de generar alternativas de respuesta de diferentes categorías a la hora de afrontar una situación, dándole así la vuelta al problema. Es decir, tener en cuenta diferentes puntos de vista de una sola cosa.



En las pruebas psicológicas que puntúan la creatividad de la persona, se mide esta capacidad en función del número de categorías de respuesta diferenciadas que es capaz de producir la persona ante una pregunta o problema.


El "Test de Torrance” (prueba que empleamos los psicólogos para evaluar el nivel de creatividad) mide la flexibilidad mental mediante una serie de preguntas, como por ejemplo: “¿cuántas cosas diferentes podrías hacer con una cuerda?”.




Fluidez: está relacionada a su vez con la originalidad y la flexibilidad. Pero se refiere a la capacidad para producir un alto número de respuestas ante una misma situación.




En el ya mencionado Test de Torrance, la fluidez se mide a través de tareas del tipo “Haz un dibujo diferente con cada uno de estos círculos”:




Evidentemente, todas las pruebas del test tienen un tiempo limitado y las personas creativas suelen destacar por emitir muchas y más variadas respuestas que la media.




Por último, la característica que me queda por mencionar del pensamiento divergente es la elaboración: habilidad para “embellecer” o “resaltar” detalles en una producción. Es la habilidad más relacionada con la inteligencia artística y el sentido de la estética.




Una vez hemos visto en qué consiste la creatividad, os dejo aquí unos consejos prácticos para entrenar y potenciar esta capacidad:


  1. Evita el pensamiento polarizado: los extremos (bueno-malo, blanco-negro…) nos encasillan en una única visión de las cosas. Ya hemos visto que el pensamiento creativo dependerá de la capacidad de generar múltiples opciones ante un mismo problema por lo que “quedarse en la zona gris” es una buenísima opción para empezar a pensar con creatividad.


  1. Atrévete a distanciarte de las reglas: prueba a hacer las cosas de manera diferente a como siempre lo has hecho.
Si cambio mi manera de proceder, con seguridad el resultado será diferente.

  1. Alégrate por tus aciertos pero más por tus errores: pues de ellos nacen nuevos puntos de vista que no habías contemplado en tus ideas iniciales. Las equivocaciones son las mejores maestras, nos llevan a explorar territorios desconocidos que no habíamos planeado.


  1. Rompe con tus prejuicios: cuando algo desconocido se nos presenta tendemos a prejuzgarlo (es innato y muy humano) pero podemos darle el peso que queramos. Yo os recomiendo que le deis el menor valor que podáis a ese pensamiento inicial y que descubráis lo que realmente os puede ofrecer lo que tenéis delante. Por ejemplo, me entregan un paquete y tras abrir el envoltorio, el objeto de dentro está roto. El prejuicio me dirá que ya no sirve para nada, pero la mente divergente encontrará un sinfín de oportunidades para darle un uso alternativo.


  1. Por último, y como consejo final, os diré que ante un problema no busquéis una única vía de resolución. Realizad una lluvia de ideas (generar el máximo de alternativas posibles, sin juzgar su viabilidad) y luego elegid 2 o 3 posibles resoluciones. No os cerréis en una sola, pues puede ser válida o no.



Espero que os haya resultado útil este post y que apliquéis mucha creatividad a vuestra forma de pensar.

Quiero agradecer a Obsequia la oportunidad que me ha brindado de expresar mis palabras en su blog. ¡Muchas gracias!




Sira Sánchez Molera, miembro del equipo de Webpsicólogos

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